Entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre saboreamos una de las frutas más gustosas que nos da la tierra en la Marina Alta: la uva moscatel. Acabar las cenas y las comidas con una buena tertulia, arrancando uno a uno los granos de un racimo de esta dulce vid, es uno de los placeres del verano.
A propósito de esas sobremesas, una amiga de esta casa, Salvadora Ribes Vallalta, rememoró su juventud y nos contó lo feliz que era trabajando en una de las paneras que exisitía en la calle Colón de Dénia y en otra similar junto al "Molí", en la partida de Santa Paula (en la imagen superior). En estos almacenes las mujeres de la ciudad se encargaban de seleccionar y encajonar los racimos de moscatel para su posterior comercialización. Las uvas pasas siguen estando presentes en la memoria histórica de la Marina Alta. Por eso es normal que cada verano se recuerde el pasado glorioso de esta comarca que un día vivió de la agricultura. Ahora es el momento de disfrutar del dorado tesoro que llega a nuestras mesas. Os dejamos con una pequeña galería fotográfica de la fruta que cultiva la familia Vidal Pastor, en el Poble Nou de Benitatxell, para Biomoscatell.
Eso sí que es producto excelente y de proximidad.
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