La historia de los establecimientos hosteleros de Dénia está plagada de casos en los que la cocina tradicional –la de nuestras madres y abuelas principalmente– ha tenido un papel fundamental en los fogones de los restaurantes. El Marino abrió sus puertas en 1949 con el impulso de Pascual Bordes, al que le seguirían sus hijos Pedro y Bautista y después sus nietos hasta la actualidad, con Bati Bordes al frente. Durante todo este tiempo la gastronomía local ha estado presente en el Marino, dando pinceladas a los platos o ganando protagonismo en la carta del Marino Port y del Marino Rotes.
Esta semana Annie Seva (madre de toda una generación: Robert, Eric, Bati y David) visitó la cocina del Marino Rotes para compartir sus cocas. Un manjar único en la Marina y la Safor que tiene en los hornos de toda la vida, y en los domicilios particulares, su lugar de creación más natural. Aunque cabe destacar que en Dénia las cocas poco a poco se han ido incluyendo en las cartas y algunos restaurantes las ofrecen como uno de los reclamos de sus cocinas desde hace mucho tiempo (los históricos Pont Sec y Llàcer, por citar dos ejemplos).
Con Annie disfrutamos de las cocas de tomacat (tomate, pimientos...), las más clásicas en la Marina Alta junto a las de pèsols (guisantes), espinacs o bledes (espinacas o acelgas) y anxoves (anchoas). ¡Gracias por la visita!
El Equipo del Marino Dénia.