En Dénia, se suceden las iniciativas a favor del medio ambiente. La última, el nuevo intento por conseguir que el águila pescadora vuelva a nidificar en el Montgó después de 50 años. Se la ve de vez en cuando por los acantilados del Cabo de San Antonio, pero ya no cría. Su regreso a la Marina Alta y la Safor sería fundamental para recuperar la especie en el Mediterráneo. Parece que esta vez, la experiencia del equipo de investigadores y sus credenciales, auguran el éxito, como destaca el impulsor del proyecto y presidente de la Junta Rectora del Montgó, Joan Sala.
Es un nuevo paso más en la dirección correcta, la de proteger flora y fauna e incluso revertir procesos que las han dañado y mermado su diversidad. Nos recuerda a aquella sabia decisión de proteger la reserva marina -800 hectáreas desde la escollera sur del puerto de Dénia hasta el litoral de Xàbia- y que ha dado magníficos resultados. O a la lección magistral de Greenpeace, que atracó en nuestro puerto para reivindicar la pesca sostenible y basada en criterios de conservación, tal y como se hace aquí. Hace de esto ya cuatro años, y parece que fue hace nada. El Marino participó para ofrecer a los asistentes una degustación junto a Miquel Ruiz, de El Baret de Miquel. Tomamos aún más conciencia de que todos -ecologistas, pescadores, restauradores y clientes- somos un eslabón importante en la cadena del respeto, de que no todo vale.
Por un futuro mejor para Dénia, pongámonos de parte del medio en que vivimos.
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