Sorprendidos como niños. Así nos ha dejado el último (re)descubrimiento, que viene de la mano de hierbas silvestres y de una lección magistral y cercana, en plena naturaleza. En medio del campo, Kiko Pons, productor de agricultura ecológica, nos mostró decenas de hierbas comestibles que crecen salvajes por sierras, bancales, junto al mar. Plantas que, en tiempos de escasez, llegaron a ser una parte importante de la alimentación. Llicsons, ortigas, cama-roja, amapola, hinojo marino, verdolaga, morro de cerdo, lengua de buey -por citar algunas- eran socorrido relleno de una tortilla o incluso plato principal, hervidas y aliñadas con aceite y limón.
Ha sido un placer aprender sobre estas hierbas, rescatadas del olvido gracias a iniciativas como el Festival de les Herbes de Jesús Pobre y la investigación de autores como Antoni Orengo, (Herbari Mengívol, Guia per a l'ús gastronòmic de la flora silvestre) y Casimir Romero y Paco Garrido (Les herbes mengívoles). Y como dicen que la información sin acción es ciencia ficción, nos hemos puesto manos a la obra. Más allá de hacer coques, como hemos cocinado estas semanas, o preparar nuestras ensaladas de llicsons, seguiremos incorporando estas hierbas en nuestra cocina, y os iremos informando.
Y por supuesto, os invitamos a hacer lo mismo: aprender sobre hierbas que crecen cerca de donde vivimos, localizarlas en nuestros paseos por el campo --ya tenéis un aliciente añadido para salir de excursión- y sumarlas al menú casero.
Buen paseo, y buen provecho.
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