Lo escriben los mejores viajeros, personas que conocen las ciudades de medio mundo. Para coger la temperatura de una urbe (lo que se cuece a nivel histórico, festivo, gastronómico o social) lo mejor es recorrer las calles y barrios a pie.
No son pocos los clientes que aparcan el coche lejos de nuestros restaurantes y vienen paseando hasta el Marino Rotes, El Marino Port o La barra del Marino. El paseo por Dénia siempre es agradecido y no importa el barrio por donde deambules.
Eso sí, hay barrios especiales. Es el caso de Baix la Mar. Sus callejuelas de pescadores, la ausencia de coches y el colorido de sus casas hacen agradable el itinerario hasta el momento de coger mesa. El ejemplo lo tenemos en La Barra del Marino. Los padres llegan cansados y sedientos con sus hijos y disfrutan de lo lindo de la plaza peatonal de Mariana Pineda.
Los niños comen y corretean y los padres saborean nuestras especialidades. Fantástico, ¿no?
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