Hoy os vamos a hablar de la tradición milenaria de secar el pescado al aire para mejorar su conservación. Se puede hacer con diferentes peces, pero ahora es época de pescado azul y por eso nos centraremos en el secado de una especie muy apreciada por nuestros comensales: el bonito.
Así lo preparamos en El Marino. Lo primero que hacemos es abrir el ejemplar y limpiarlo. Se deja abierto como un libro para que se pueda salar bien y con el propósito de que el aire lo seque por igual en toda su superficie. Después procedemos a salarlo y lo dejamos en una caja durante un par de días o más (dependiendo del tamaño de los ejemplares).
Tras esos días de maceración el pescado se cuelga de una cuerda o se engancha y abre con pequeños palos o cañas. Los más viejos del lugar dicen que es bueno aprovechar los primeros días de poniente para su secado.
Cuando está completamente seco viene lo mejor. Lo gastamos para ensaladas, escalivadas o bañado en aceite de oliva virgen sobre un trozo de pan. Los que lo han probado saben lo que significa disfrutar de un sabor tan intenso y con tantas propiedades nutricionales.
Pero no se trata solamente del bonito. Otros pescados azules como la caballa, el atún, el jurel o la melva resultan igualmente atractivos a nuestro paladar y la técnica de secado es similar. Si os acercáis al Marino-Rotes estos días veréis la «colada» que tenemos en la terraza.
Un saludo.
El Equipo de El Marino
Escribir comentario
Javier Camarena (miércoles, 30 abril 2014 18:25)
Me parece muy interesante que faciliéis esta información sobre los procesos tradicionales de los productos que ofrecéis a los clientes.
Tiene muy buena pinta.
Enhorabuena por el Blog.
Raúl (miércoles, 30 abril 2014 18:45)
Como se nota que tienes pasta página web de categoría productos de la zona fantástico
EL MARINO DÉNIA (jueves, 01 mayo 2014 09:16)
Gracias por vuestros comentarios Javier y Raúl.
Un abrazo.
Carles (jueves, 31 octubre 2019 08:31)
Molt bò!
A mi magrada mes la mèlva es mes suculenta mes mengivola i mes fina