Flores de nieve

La Marina Alta se tiñe de «nieve». Los almendros cubren las montañas de tonalidades blancas y rosas por la explosión floral que se produce en febrero.

Es una gozada ver estas estampas que recorren las interioridades de nuestra comarca. La Vall del Pop –Llíber, Alcanalí, Parcent, Xaló, Senija...– es uno de los enclaves favoritos para disfrutar del paisaje, pero también las faldas del Montgó o Segària, los huertos cercanos al río Gorgos en Gata o las montañas de Pedreguer.

Cuenta la leyenda que los marineros que por primera vez visitaban los puertos de la Marina, conforme se acercaban con las barcas a la costa, pensaban que la nieve había cuajado en las montañas del litoral. 

Antes de que los pinos invadieran la Muntanya de Sant Nicolau -en les Rotes– o los chalés la Lloma del Castanyar –también en les Rotes– los almendros en flor eran la fotografía habitual de una Dénia que se resistía a abandonar los cultivos.

En días como hoy recordamos el valor que tiene para el turismo y la gastronomía la agricultura de secano. Hay que conservarla. Nos jugamos mucho si la perdemos.