La vitrina donde se exponen los manjares de un restaurante es como el escaparate de una tienda de ropa o la cristalera de un gran concesionario de coches. En ese espacio cerrado –situado sobre la barra, a veces en forma de nevera a las espaldas del barman, o en un espacio visible junto a las barras– es donde depositamos todas nuestras ambiciones culinarias.
La vitrina es nuestra primera página al entrar a una supuesta web de carne y hueso. Nuestro menú desplegable comienza pues por los ojos. Por eso insistimos tanto en EL MARINO en mostrar nuestros productos frescos y cocinados. Es un sello de calidad y también de seguridad (las vitrinas junto con la cocina son lo primero que examinan los inspectores de sanidad que visitan restaurantes).
A nosotros nos gusta mostrar el género. El cliente lo merece y decide siempre conforme a sus gustos y percepciones visuales.
¿Os atrevéis a dar un vistazo a nuestras vitrinas?
Un saludo.
El Equipo de El Marino.
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