Ha comenzado octubre y las barcas de pesca de Dénia regresan cada día a los caladeros, después del merecido descanso de un mes. La veda ha terminado y todavía es pronto para saber si las especies se han reproducido con éxito. De las paradas biológicas –entre otros factores– depende el futuro de los que nos dedicamos a la hostelería con pescado fresco.
Esta semana hemos leído una entrevista a un personaje muy importante. Se trata de Daniel Pauly, un reconocido científico que se dedica a analizar los modelos de gestión de los ecosistemas marinos. En la misma este biólogo pesquero explicaba, respecto a los volúmenes de captura, que «los políticos no deberían aumentar la cuota fijada por los científicos». Un argumento que les ayudaría a difundir y potenciar la tan reclamada pesca sostenible. Demanda que, en definitiva, lo que persigue es mantener nuestros negocios y puestos de trabajo vinculados al mar.
En EL MARINO llevamos a cabo pequeños gestos. Durante la veda no anunciamos que vendemos gamba de Dénia como hacen otros establecimientos y mantenemos una política de transparencia respecto a nuestros platos.
Lo fácil sería hacer lo contrario, pero nuestra responsabilidad con los clientes está por encima del margen de beneficio que podríamos sacar no contando la verdad.
Acabada la veda. Todos comenzamos otra vez con la maquinaria culinaria de los productos locales. Esa es la clave. Es nuestra ética.
Un saludo.
El equipo de El Marino
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