Hoy va de vinos de la zona. En la Marina Alta tenemos una especial predilección por los blancos. El moscatel forma parte de nuestra vida, de nuestra historia. Algunos de nuestros abuelos dedicaron buena parte de su existencia trabajando para cultivar esta variedad con la que hacer pasas. Otros invirtieron dinero para comercializar la fruta en el extranjero, o directamente se hicieron socios de empresarios ingleses.
El moscatel vive como una especie de resurrección gastronómica, una reconversión de la vid tranformada en caldos excelentes. Y todo ello después de que la exportación de la pasa desapareciese a mitad del siglo XX. En ese sentido diferentes bodegas como Gutiérrez de la Vega (Parcent -la Marina Alta-) o Bocopa (Petrer -el Vinalopó Mitjà-) han sido pioneras a la hora de abrir mercado con sus vinos blancos: Casta Diva y Marina Alta, respectivamente.
Desde entonces la pujanza de los vinos de la Marina Alta aumenta. Bodegas Xaló, en los últimos años, se ha unidos al grupo de preferidos con su Bahía de Dénia, otro blanco exquisito para disfrutar del marisco o del pescado.
Sin embargo, si hay un vino que recorre de norte a sur y de este a oeste nuestra comarca es, sin lugar a dudas la MISTELA. Acabar una cena o comida con el postre acompañado de este moscatel tan popular es todo un lujo y hay que ponerlo en valor. Por eso en El Marino potenciamos la presencia de la mistela al final del ágape. Lo mejor de nuestra tierra para nuestros amigos.
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